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martes, 15 de noviembre de 2016

ARTROPATIA HEMOFILICA , PROTOCOLO DE TRATAMIENTO QUIRÚRGICO. DR ROGELIO BARRAGAN 2DA PARTE

Otro factor mas  es fundamentado a relación de lo señalado  en 1988 Karthaus y  Novakova (4)  publicaron 11 PTR colocadas a 8 pacientes, con un seguimiento de 2 a 8 años, que presentaron 10 complicaciones postoperatorias: epixtasis, hemartros, reacción anafiláctica, infección de tracto urinario con hematuria, flebitis recidivante en el lugar de punción venosa y fiebre de pocos días de duración, entre otras. No hubo infecciones en las heridas quirúrgicas..
En 1989 Wiedel y cols.5 publicaron una serie de 97 PTR colocadas a 76 pacientes y constataron un aumento progresivo de infecciones agudas. También evidenciaron que los pacientes HIV+ estaban predispuestos a desarrollar infecciones.
En 1996 Löfqvist y cols. (6) publicaron 6 casos de PTR, de los cuales uno se infectó (en un paciente HIV+), que finalmente requirió de una artrodesis de rodilla En definitiva, a parte del riesgo infeccioso postoperatorio, la PTR es una intervención a tener en cuenta sólo en determinados casos muy seleccionados, a pesar de la controversia existente en la literatura revisada previamente. Al existir un porcentaje mayor de complicaciones y un porcentaje menor de resultados satisfactorios tras una PTR en hemofílicos que en la población no hemofílica, es opinión del autor que la PTR debe reservarse para casos muy concretos en hemofilia, siendo las expectativas de vida, la edad y el estado inmunológico factores esenciales para su indicación
Si tomamos en cuenta  el panorama a los resultados que les espera a futuro a los pacientes hemofílicos  desde el punto de vista funcional, como articular sabremos que  en dicha patología corresponde a un equipo multidisciplinario  el manejo preventivo de esta patológico decayendo en el cirujano articular un alto peso de dicha patología.

En la Hemofilia severa (nivel de factor <1%) son características las hemorragias articulares o hemartrosis ante mínimos traumatismos, que incluso pueden pasar inadvertidos al paciente, denominándose entonces espontáneas. Éstas se pueden presentar en cualquier articulación aunque se localizan con mayor frecuencia en articulaciones móviles o diartrosis como la rodilla, tobillo y codo, siendo la articulación de la rodilla la más afectada. Dichas articulaciones se caracterizan por presentar una cavidad articular y unas superficies óseas articulares envueltas por una membrana sinovial,reforzada toda esta estructura por una cápsula articular que está formada por ligamentos pasivos, que actúan como elementos de contención durante el movimiento, y por ligamentos activos como estabilizadores (Figura 1). Cuando una articulación sangra de forma recurrente se afecta toda la estructura articular, evolucionando progresivamente hacia la artropatía hemofílica que es la destrucción articular en un mayor o menor grado . 7

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